Siempre me ha gustado febrero. Opino que tiene un nombre bonito. San Valentín cae en febrero, mi mamá cumple años en febrero, mis abuelos celebraban su aniversario en febrero.
Febrero, febrero.
Este febrero me fue muy mal, no porque antes me haya ido mejor, simplemente, mal.
«Si esto no me ha partido, ya no me partiré… nunca»
Después de la muerte de mi abuelo, a quien amaba mucho, recibí un correo de la Universidad de Cambridge en el que me decían que me habían aceptado para estudiar un master.
Me querían.
Había pensando mil veces en qué haría cuando lo supiera, cuando el correo por fin llegara, pero ese día ya no supe, qué hacer o cómo sentirme. Recuerdo que mi mamá me dijo: “ya ves, todo llega a su tiempo”. Pero no era así, solo llegan las cosas que buscas, a veces la vida simplemente, no pasa.
Yo sabía que iban a aceptarme desde que abrí mi portal de aplicantes y vi que decía “awaiting approval by GAO”. Le conté a mi abue en sus últimos días que me habían realizado una entrevista, que probablemente sí me aceptarían.
La entrevista fue para decirme que mi universidad no tenía renombre. Y yo lo sabía, lo había sabido siempre porque soy una persona muy snob, claramente ellos también. Como pude les dije cosas sobre la universidad que no la hacían parecer tan mala, pero siendo honestos no tenía la info suficiente.
No muchas personas saben que entré aunque siempre imaginé que sería una gran noticia, que iríamos todos a cenar o algo así, pero la verdad es que, mi abue ya no está y entonces, no podemos ir todos a cenar.
«I still really, really love you, yes I do»
Un lunes antes le estaba diciendo a mi abuelo que lo amaba mucho por última vez, creo que es bueno que el correo no haya llegado antes porque entonces quizás le habría dicho algo distinto.
Hace tres semanas estaba tratando de cubrir cada arista de la idea de mi yéndome a estudiar, el idioma, el alojamiento, el college, la beca. Sentía que debía resolver todo tan pronto y luego, llegó el COVID. Ahora nada de eso importa, todo parece estar en una pausa indefinida, y primero sentí calma, pero ahora sé que debo hacerme a la idea de que tal vez, no pueda irme.
Esto no es sobre el COVID, es sobre cómo la cosas realmente no se detuvieron y siguen su curso desde casa. La mayor parte de las becas internacionales que ofrece el Cambridge Trust ya fueron otorgadas, y yo no me he ganado ninguna. Tampoco creo tener muchas posibilidades de ganar alguna.
Quizás debí esperar y aplicar cuando fuese una candidata más competitiva o tal vez debí trabajar más cuando estaba estudiando, de cualquier manera, ahora ya no hay vuelta atrás. Planeaba escribir un texto como este cuando tuviese certeza de que iría o no iría, pero soy una persona muy desesperada, y la cuarentena me tiene cansada.
Hace una semana leí un post que decía “you gotta keep chasing the money”, no sé si estoy esforzándome lo suficiente en mi búsqueda por financiamiento, puede que no, y honestamente, ahora poder ir a Cambridge parece tan alcanzable y casi aburrido que creo que he perdido interés.
Hace diez años cuando iba en secundaria, este momento hubiera llenado mi vida por completo, pero ahora creo que ya, nada alcanza.
«¿Acaso voy cayendo?»